Nuestro último domingo en Evinayong comenzaba con la eucaristía de niños de siempre aunque esta se sentía de forma distinta. Nos ha impactado mucho como se ha llenado la iglesia, estaba repleta de niños que venían cargando con sus hermanitos. Además, hemos tenido muy presente que es la última vez que cantamos todos juntos y hemos animado la iglesia con más emoción que nunca.
Mas tarde, hemos finalizado el patio de infantil añadiendo la guinda del pastel: el escudo concepcionista. Es algo que nos representa a todos los que entramos por la puerta del cole y a las familias.
Llevábamos tiempo preparando una pequeña sorpresa a todos los exalumnos que han estado acompañándonos en el curso de verano. Queríamos agradecerles por toda su ayuda, dedicación, tiempo y cariño que nos han dado a lo largo de este mes. Nos sentimos muy afortunados de haberles tenido, ya que nos han mostrado el claro ejemplo de persona que se ha educado en una casa de María Inmaculada.
En un principio, les dijimos que tenían que ayudarnos a preparar el último día del clase. Han llegado puntuales, hora española, dispuestos a trabajar y se han encontrado con un pequeño aperitivo y una gran tarta. Sin duda ha sido una tarde llena de emociones que vamos a recordar siempre. La tarde ha finalizado con un concurso de baile , risas a carcajadas y cantos a todo pulmón.
Solo podemos estar agradecidos por todo lo que Dios nos está regalando. Pero en un día como hoy, tenemos muy presente a Santa Carmen Salles, por todo su esfuerzo y dedicación, por toda su obra, que ha conseguido formar una gran familia concepcionista por todo el mundo.
