31 de Julio. Un día aún más especial que el resto y es que es el día internacional de la mujer africana. Hoy la iglesia se veía distinta: hojas de palmera decoraban la entrada y las mujeres iban vestidas con trajes de colores muy vivos, que se hacían muy llamativos. También había un nuevo cura celebrando, que ha llegado hoy para quedarse unas semanas durante sus vacaciones. (Extremundo o Nuestromundo hemos escuchado que se llamaba…)
Hoy ha sido la última clase del curso de verano. ¡Madre mía!, creo que hemos aprendido nosotros más de ellos que ellos de nosotros. Mañana tienen examen. A algunos hasta se les veía nerviosos, sobre todo cuando mencionábamos que madre Luna verá después los resultados y cómo les ha ido a cada uno de ellos. Es decir, su nombre es sinónimo de autoridad. También tendremos que utilizar la experiencia adquirida en nuestros años de estudiantes para evitar que nos copien a nosotros. Esperemos no pillar a ninguno. Muchos de nosotros nos hemos quedado sorprendidos con las ganas y la ilusión que ponen algunos alumnos en aprender. Es algo increíble. A muchos de ellos les brillan los ojos, esperando aprender cada día algo nuevo.
A lo largo de la mañana, los alumnos han tenido a un invitado en las clases, David, el chico que se está recorriendo África en bicicleta. Les ha contado brevemente su recorrido y los niños le han preguntado las curiosidades que tenían, las cuáles ha respondido con gran ilusión e incluso les ha enseñado su medio de trasporte de estos últimos nueve meses. Muchos de ellos, al principio, no se creían que lo que les contara fuese verdad. Estaban alucinados.
La liga femenina ya ha terminado. Se han coronado campeonas las chicas de 5°, seguidas de 3°. Los chicos aún no han terminado, pero 3° y 4° de ESBA lleva la delantera.
Después del recreo los niños tenían que ensayar el baile que harán el viernes, último día que estamos aquí. ¡Cómo pasa el tiempo! Hace nada estábamos en el hotel Marriott de Madrid rezando para que no nos volvieran a cancelar el vuelo. Esta parte ha sido agotadora para la mayoría: coordinar a cuarenta niños para que elijan una canción y piensen un baile es de todo menos fácil.
Comimos pronto y nos fuimos rápido al instituto a terminar la tarea que tenemos allí: pintar las líneas del campo de fútbol que, debido a las lluvias, no se ha podido hacer antes. ¡Al fin hemos terminado de pintarlas! No nos podemos sentir más orgullosos de ver el campo finalizado.
Una vez terminado nos hemos ido a merendar. Nos esperaban en el colegio bautista Talita Cumi, Marta, la directora, y otro grupo de 9 voluntarios que ha llegado para ayudar en ese colegio y también se quedan un mes. Hemos merendado bizcochos que han hecho ellos y como no, otro de nuestra compañera Magdalena, que ha hecho después de la comida, buenísimo por cierto.
La tarde ha discurrido rapidísimo y la hemos aprovechado mucho. Se nos ha pasado el tiempo volando con los otros voluntarios, entre risas y anécdotas, tanto que hemos tenido que retrasar un poquito la oración.
Cerramos el día con la preparación de las famosas croquetas de Ana Rosa, que mañana tenemos invitados especiales para comer.