Nuestro primer domingo en Yaoundé comienza con levantada y horario de desayuno a elegir, sabiendo que hasta las 10:30 h nos esperaba el cepillo y la fregona para dejar las dependencias de la casa como «los chorros del oro».
A esa hora estrenamos nueva forma de desplazarnos por la ciudad: el moto-taxi con tres personas a bordo. La novedad nos emociona y allá que nos vamos. A las 11 h nos esperaba la celebración de la Eucaristía en la Parroquia de San Achille Kiwanuka, mártir de Uganda, donde celebraban la fiesta de su patrón, así como el X aniversario de la ordenación del párroco. El carácter festivo de la celebración, motivada por el coro de gran calidad que intercambiaba canciones con la asamblea, la importancia a la Palabra de Dios con una entronización muy especial, la escucha orante de todos los asistentes y la presencia del Espíritu que nos unía como hijos de Dios nos motiva para seguir el tiempo largo de celebración a lo cual no estamos acostumbradas. El agradecimiento al párroco se hizo muy patente al terminar la Eucaristía, ofreciéndole diferentes obsequios personales o por los diversos grupos parroquiales. Todo ello en ambiente enormemente festivo.
Volvemos a casa con el mismo vehículo, comida fraterna, descanso necesario, recogemos la ropa lavada y unas horas de la tarde de relax hasta la cena.
La final de España con Inglaterra nos reúne en la sala de comunidad. Seguimos el partido con mucho entusiasmo y la alegría de conseguir la IV Eurocopa lo celebramos con gran euforia.