Como todo buen domingo el día empezaba con misa. Después, algunos voluntarios fueron por el pueblo a visitar enfermos y aprovecharon para dar la comunión a algunas personas que por diversas circunstancias no puede salir de sus casas mientras que otros voluntarios fueron a casa a realizar diversos quehaceres.
Después de comer algunos profesores, alumnos y voluntarios del colegio jugaron un partido contra los jóvenes del barrio. Nuestro equipo perdió en penaltis pero sin duda todo el mundo disfrutó mucho. En las gradas, también hubo sesión de peluquería.
Al acabar el partido, hubo una pequeña tertulia con la gente que se acercaba. Y para terminar el día, mientras las novicias, religiosas y algunos voluntarios preparamos las canciones para la misa del lunes, Aida y Sara prepararon unas preciosas tarjetas concepcionistas para los profesores.