Nervios, inquietudes, dudas… pero sobre todo, mucha ilusión. En la mirada de todos los voluntarios era la emoción el sentimiento predominante, la ilusión y las ganas por emprender el proyecto.
Ayer viernes empezamos a llegar al punto de encuentro, mucho trabajo por delante, ya que hemos recibido mucho material donado. La labor de ayer y de hoy consiste en organizar todo el material y rellenar las maletas, maximizando espacio y peso.
Coincidimos voluntarios de 3 proyectos: Evinayong, Consuelo y Dilaire, con estos últimos, compartiremos vuelo.
Una vez todo listo y pasaporte en mano, acompañados por Ana Rosa y Enci, que pondrán más tarde rumbo a Evinayong, ponemos rumbo a Santo Domingo junto con los compañeros que irán a Haití.
Una vez llegados a Santo Domingo, nuestros caminos se separan, de momento, y nos dirigimos a nuestro hogar durante nuestro próximo mes: la Comunidad Concepcionista de Consuelo.