Ha llegado el día y los alumnos se enfrentan a las recuperaciones. Se notaban los nervios desde primera hora, algunos ya nos esperaban a la salida de misa preguntando las últimas dudas. La mañana ha pasado tranquila, vigilando los exámenes y despidiendo a los alumnos.
Durante la mañana, tres de las voluntarias acompañaron a la hermana Hornella hasta Ebibeyin, para cruzar la frontera hacia Camerún. Tuvieron la oportunidad de conocer a su obispo y compartir experiencias con el padre Jacinto.
La tarde pasó también tranquila. Corregimos los exámenes y empezamos a recoger el material que habíamos traído. Tuvimos también el último rezo de vísperas en Evinayong, donde nos acordamos de todas las personas que nos hemos encontrado este mes. Sin duda, todas ellas han dejado huella en nosotros.