Este sábado lo hemos dedicado a conocer un poquito más Guinea. Gracias al coche que nos han dejado las hermanas Capuchinas, hemos podido viajar hasta Ebibeyin, la capital de una de las provincias del país. En esta ciudad se encuentra las fronteras con Camerún y Gabón. En seguida pudimos notar el trasiego de viajeros y de personas diferentes a las Evinayong nos tenía acostumbradas.
Hemos empezado nuestra ruta en la catedral de Ebibeyin. Después, nos hemos acercado todo lo que nos han permitido a ambas fronteras. La Camerunesa nos ha llamado especialmente la atención porque se apreciaba claramente el contraste entre ambas zonas.
Nuestras siguientes paradas han sido los dos mercados de la ciudad. La variedad de productos era impresionante, desde atangas hasta serpientes y vestidos de colores. Qué suerte poder conocer formas tan distintas a las que vemos habitualmente.
En la pausa para la comida, se nos han acercado algunos niños curiosos por vernos allí. Es muy divertido ver sus caras de sorpresa cuando pasamos con el coche o caminando, aunque en seguida tornan en una sonrisa y un saludo cariñoso.
Ya en dirección Evinayong, hemos parado a ver el estadio de fútbol y el colegio que ha construido la primera dama. Ambos edificios son muy impresionantes y nos preguntamos cuánto se utilizarán realmente.
Por último, hemos visitado al obispo de Evinayong, Monseñor Calixto Paulino. Le hemos dado las gracias por su ayuda y por su parte, también nos ha agradecido el trabajo que hemos hecho durante el mes. La misión de este hombre es realmente importante para el futuro de la Iglesia en Evinayong y en Guinea. Pedimos a Dios que le de discernimiento en esta tarea.
El día ha estado cargado de cosas nuevas que el Señor ha ido poniendo en nuestro camino. Y aunque hayamos dado algunas vueltas, siempre que parábamos encontramos a personas dispuestas a indicarnos la ruta correcta. Ha sido un claro signo de cómo Dios está con nosotros en todo momento y no se aparta de nuestro lado, ya sea en Ebibeyin o en cada día de nuestra vida.
