Hoy nos hemos despertado con muchas ganas de empezar el día. Después de ir a misa para comenzar bien el día, hemos organizado las clases. Hoy la oración ha estado dirigida por una voluntaria poco a poco nos estamos integrando a las nuevas costumbres.
En el recreo hemos tenido la oportunidad de probar los buñuelos preparados por las mamás que entran al patio a venderlos. Sin desvelar la receta solo podemos describirlo como increíble.
Después de comer ya estaban los niños esperando en la puerta preparados para salir y acompañarnos a la sala de conferencias donde nos esperaba Carmelo, el abuelo de uno de los alumnos. Con los brazos bien abiertos que se había ofrecido a enseñarnos todas las salas de ese edificio y sus distintas funciones.
Al regresar hemos disfrutado de un atardecer junto con todos nuestros alumnos. Nos toca descansar para recargar las fuerzas para el día de mañana.