Seleccionar página

Efecto llamada

24 de julio de 2024

Esta vez no fueron los gatos, sino los gallos los que nos dan los buenos días. Hoy prepara el desayuno de arepas el grupo 2 – los bullies- (en breve descubriremos las identidades de cada grupo…). Antes de comenzar la misa, hemos entregado a P. Juan Manuel una bolsa con medicinas para Cáritas, de las muchas que nos han donado en España. Aprovechamos para dar las gracias a todas las personas que nos han ayudado a preparar esta misión con sus donaciones.
La noche anterior habíamos hecho una porra para intentar adivinar cuántos niños vendrían hoy al campamento. La apuesta más alta llegó a los 80 y resulta que nos hemos quedado cortos: ¡hemos llegado a los 90! Prueba cierta de que el efecto llamada funciona.
Después de comenzar con cantos y la oración, nos distribuimos en las clases: Alberto está con los mayores de 6°, Sara, con los de 5°, Mateo con 4° y Ana Rosa, de 3° para abajo. Menos mal que esta semana contamos con la ayuda de las maestras de la escuela, porque eso nos está facilitando mucho el poder crear las rutinas y manejar los grupos.
Tras la merienda, hemos hecho un poco de baile con Sara, como calentamiento para la sesión de deporte. ¡Vamos a vivir nuestras olimpiadas de Morichalito! Los muchachos se han dividido en equipos, con sus respectivos nombres -los tigres, los curros, los super conejos…- y les hemos organizado en liguillas para hacer deporte: unos han competido en fútbol, otros en voleybol y otros tenían atletismo. Lástima que la lluvia haya acortado nuestro momento olímpico…
Por suerte, ya quedaba poco tiempo para la comida, porque los niños con lluvia son igual de impacientes e inquietos en todas partes. Para la comida, cada uno traído su propia perolita y cubiertos, aunque la comida la preparamos en la escuela. Esto también ha sido posible gracias al dinero que muchas personas generosas nos han entregado para el proyecto, lo que nos permite que los niños tomen su merienda y su almuerzo todos los días. Pero, os podemos asegurar por nuestras propias carnes, que los que de verdad están comiendo bien estos días están siendo los mosquitos. Realmente están disfrutando de la “gastronomía española”.
Cuando los niños han terminado de comer, hemos comido los voluntarios y algunas de las maestras. Durante la comida, hemos estado conversando sobre el salario de los maestros. Su sueldo es de 300 bolívares al mes, lo que equivale a unos 10 dólares. A los voluntarios nos cuesta entender cómo pueden vivir con estos salarios. Por poneros un ejemplo, en Morichalito, donde no hay estaciones de gasolina y la traen desde El Burro, la localidad por donde cruzamos el Orinoco, cobran el litro de gasolina a 2 dólares. Haceos una idea…
Después de comer, Yajaira, Mateo y Alberto se quedan en el colegio para pintar las porterías, mientras Sara y Ana Rosa regresan a casa con Socorro. Tenemos que retrasar la salida para Ekunay porque está diluviando. Sin embargo, aunque llegamos un poco más tarde de lo esperado, la ilusión de los niños y jóvenes es la misma. Nos reciben entusiasmados y con ellos pasamos un par de horas de lo más intensas, con deportes, juegos y merienda de yucuta.
Terminamos el día volviendo a disfrutar de una cena bien entretenida, en la que aprovechamos para reorganizar espacios y actividades, teniendo en cuenta la experiencia de nuestro primer día de clases. Como siga funcionando el efecto llamada, nos van a faltar clases para meter a tanto niño… ¡gracias a Dios!

Categorías

¡Síguenos!

Publicidad

ONG Acreditada

Suscripción al Boletín

Si quieres estar informado de las últimas actividades, noticias y causas de la Fundación Siempre Adelante, rellena el siguiente formulario y te enviaremos todas las noticias a tu correo.

¡No te lo pierdas!

[/db_pb_signup]

Pin It on Pinterest

Share This