Después de un madrugón de los que no recordábamos en mucho tiempo, a las 5 estábamos ya en pie, nos pusimos a terminar de empaquetar y subir a la camioneta las maletas.
Nos despedimos de la comunidad de Montalbán y después de una oración rápida en la capilla del colegio nos pusimos en camino…. Bueno o eso pensábamos, por qué no habíamos descargado la ruta en el móvil. Después de un ¿Cómo se dan datos? ¿Cómo me puedo conectar? ¿Qué contraseña has puesto en los datos? Por fin pudimos descargar el mapa y ponernos en camino, unas 11 horas de viaje entre unas cosas y otras.
El camino fue bastante bien con una conducción perfecta de Madre Yajaira, sin embargo a las 3 horas y media decidimos cambiar de piloto y comenzó a conducir Madre Ana Rosa… Lo que pensábamos que iba a ser un viaje tranquilo comenzó a llenarse de baches, vacas en mitad de la carretera, puestos de policía bolivariana y motos adelantando por cualquier lado. Las risas estaban aseguradas y los giros y giros de volante también. Por cierto, ni pinchamos, ni pillamos una vaca, ni nos paró ningún puesto de policía para registrarnos las maletas, Divina Providencia 4- Venezuela 0.
¡Ah! Pero no os preocupéis por los baches que Maduro ya está trabajando por arreglarlos.
Eso sí, los paisajes eran impresionantes.
Después de 11 horas de viaje, llegamos al río Orinoco y por lo visto había que cruzarlo. Por tranquilidad vuestra lo cruzamos en chalana (el que no sepa que es una chalana que lo busque en Google como hicimos nosotros) y no a nado.
Por fin llegamos, o eso creíamos, nos quedaban todavía otras dos horas de baches y vacas en mitad del camino, con carreteras de tierra y llenas de charcos.
Al final fueron 14 horas de viaje pero por fin llegamos a nuestro destino, dos días después de salir de Madrid y exhaustos de todo el viaje.
¡Mañana más!
Seguimos en camino