¡Que rápido pasa el tiempo! Nos encontramos ya en el ecuador de esta gran misión y, sin darnos cuenta, formamos parte del equipo docente L’ école Marie Immaculée. Participamos activamente en la animación de cada mañana dirigida por Evarist, con cantos, bailes y oraciones. Además organizamos todo lo necesario para dar comienzo a nuestras clases correspondientes del día.
Nos dirigimos a un rumbo académicamente satisfactorio y unas relaciones interpersonales que nos llenan cada vez más, nos hacen sentir parte de esta gran familia.
Tras unas clases muy participativa y satisfactorias, da comienzo una lluvia que nos acompañará toda la tarde, la cual nos ha impedido realizar la actividad que teníamos organizada pero nos ha venido bien para preparar la gymkana del viernes. Finalizamos el día con una rica cena y una agradable sobremesa con las hermanas.