El día amanecía distinto. Mateo se despertó ilusionado; creía que hoy podría ayudar a votar a M. Socorro y estaba entusiasmado con la idea de participar en un día que podría ser histórico.
Antes de misa, religiosamente, M. Yajaira fue a votar por el cambio. Aquí nos llamó mucho la atención que todo estaba lleno de militares; no te dejaban pasar al colegio y, mientras que M. Yajaira votaba, nosotros tuvimos que esperar fuera.
Después de la votación, también religiosamente, fuimos a la eucaristía (los domingos, gracias a Dios, la misa es a las 8 y media en vez de a las 7).
Después de misa, como cada domingo, algunos de la comunidad parroquial, regresan con nosotros a la comunidad donde M. Socorro les ofrece un café y conversación en la churuata. Nos cuentan que ellos ya han votado también o que tienen problemas para votar.
A las 11 y media nos desplazamos a Los Pijiguaos para que vote M. Socorro. Mateo estaba ilusionado con poder entrar con M. Socorro, peeeroooo, no puede entrar a acompañarla ya que no tenía cédula…. Así que nos quedamos afuera. Esta vez el ejército bolivariano sí nos dejó entrar al recinto y resguardarnos a la sombra mientras que M. Socorro votaba. Nos sigue sorprendiendo que no podamos entrar al centro de votación, la fuerte presencia de militares y policía, y que en un pueblo donde apenas la gente tiene luz, internet… se tenga que votar en máquinas con caídas de corrientes del sistema en los colegios electorales.
Una vez que vivimos la fiesta de la democracia, Yunni y Julio (la directora del colegio y su marido), nos invitaron a comer en su casa con el padre Juan Manuel, su hermana Amelia y su cuñado Chucho. La comida, estupenda (un guiso de res hecho a fuego), la compañía y las conversaciones, mejor, y, como podéis comprobar, la ley seca nos la saltamos a la torera.
Volvemos a casa y haciendo caso omiso a la nube negra que nos cubría, Mateo, Sara y Alberto decidieron regresar a casa subidos en el maletero de la camioneta. ¿Cuál creéis que fue el resultado? En las fotos dejamos la respuesta.
Ya en casa, después de una poca siesta (estamos a domingo y la siesta se respeta) nos pusimos a organizar la semana que viene, kickball, baloncesto y ultimate freesby, bailes y gymkanas, entre las actividades que organizamos para la semana que viene.
Cuando acabamos de preparar actividades nos acercamos al centro de votación para saber los resultados y…. ¡sorpresa! ganó Edmundo González (la oposición) con más del 90% de los votos. Pronto se montó una fiesta enorme. Estamos siendo testigos de algo muy grande, la gente tiene esperanza, esperemos que esta esperanza avance en todo el país.
Llegados a casa cena y rezo del rosario para dar gracias a Dios por este día.
Después seguimos los resultados atentamente en la televisión.
Iremos informando del resultado pero ahora sí, Venezuela tiene esperanza en un futuro mejor.
¡Mañana más!