Los días empiezan tranquilos, caminamos juntos hasta la iglesia, celebramos la eucaristía y regresamos con el ánimo a tope para empezar las clases.
Como cada día, nos espera una bonita sonrisa de algún niño del orfanato que viene a recoger el pan y el desayuno que la ONG «Siempre adelante» les ofrece cada día después de conseguir financiarlo gracias a los donativos conseguidos con la campaña «¿Nos invitas a desayunar?»
A continuación desayunamos también nosotros y todos al cole.
La mañana pasa rápido. No faltan los besos, los abrazos, los alborotos y también alguna que otra caída o llanto.
Disfrutamos comprobando que hay muchos alumnos con gran interés por aprender, que se involucran en cada actividad y comparten con nosotros su ilusión.
La tarde se convierte de nuevo en una fiesta. Volvemos al segundo orfanato en el que estuvimos la semana pasada y la acogida es de lo más calurosa, como el que extraña a un amigo y le recibe a lo grande.
Hemos compartido bailes, canciones, caramelos y también ropa y calzado que hemos llevado para los más pequeños. Esto ha sido posible con la ayuda de muchas personas y colegios concepcionistas que han colaborado para que nuestras maletas vinieran cargadas.
Un noche más disfrutamos de una rica cena, hoy con un toque dulce: creppes de chocolate. Ademas compartimos anécdotas del día.