Hoy domingo, hemos celebrado la festividad de la Virgen del Carmen, santo de niestra fundadora Santa Carmen Sallés y de una de nuestras voluntarias.Tras los ensayos de ayer, esta mañana nos hemos encontrado con alumnos y exalumnos del colegio para celebrar la eucaristía. Nos llama la atención la cantidad de niños que vienen haciendose cargo de sus hermanos pequeños, lo bien que se comportan y las ganas que tienen de participar en la celebración.
Después de la misa, y ante las miradas deseosas de los niños de compartir su tiempo con nosotros, hemos abierto el patio del instituto para jugar unos partidos de fútbol y baloncesto con ellos.
Más tarde, mientras tomábamos el delicioso helado casero que la hermana Ornella nos había preparado, ha caído una tormenta sobre Evinayong, lo que nos ha permitido tener un poco de sosiego y preparar las clases de la semana. En cuanto el sol salió de nuevo y nos encontrabamos en el patio cantando y tocando la guitarra, aparecieron un montón de alumnos dispuestos a jugar, cantar e incluso bailar sevillanas.
Gracias a estos pequeños momentos, nos damos cuenta de cómo los niños ven al colegio como su segunda casa, sin duda gracias a la semilla concepcionista, y que también queda reflejado de una manera espectacular en los ayudantes que tenemos durante este mes, antiguos alumnos dispuestos a apoyarnos en lo que haga falta, compaginando su ayuda con sus obligaciones personales. ¡Que gran calidad humana hay aquí!