Hoy, 17 de julio, el día comienza como siempre, rezamos y desayunamos todos juntos. Luego, nos dirigimos al cole. Como todos los días cantamos el himno e izamos la bandera, hoy a media hasta porque está declarado el luto nacional debido a la muerte de un alto cargo político.
En el recreo, o receso, como dicen aquí, jugamos al balón, a brincar en la soga o a peinarnos y nos lo pasamos súper bien. Hoy hemos tenido rotación de talleres, esta semana tenemos: manualidades con pompones, deportes con juegos de psicomotricidad y habilidad, para aprender a trabajar en equipo, y salud con los 5 sentidos.
Después de comer nos vamos al batey y, esta vez, aunque llovía, no hemos acabado pasadas por agua, gracias a la siguiente tecnología infalible:
Una vez allí ha seguido lloviendo a ratos, porque no llueve durante mucho tiempo, pero cuando lo hace, que se salve quien pueda. Aún así, la lluvia nos ha dado una tregua para salir a jugar al patio en el recreo.
Al volver a casa, hemos ido conocer a los habitantes del pueblo con el tío Julito, con mochilas llenas de ropa donada para la gente de aquí, pero a los diez minutos de salir nos ha vuelto a caer una tromba de agua, y una señora muy amable, que casualmente también conocía al tío Julito, nos ha acogido en su casa hasta que dejara de llover. Nos hemos metido por los distintos barrios y conocido algo más de Consuelo. Tío Julito nos iba indicando las familias que realmente necesitaban la ropa para dársela, y ellos estaban muy agradecidos con unas sonrisas que te llegaban al alma.
Una vez en casa, tocaba asimilar todo lo que habíamos visto y así valorar lo que tenemos allí y que a veces no somos conscientes de ello.
Para finalizar el día, hemos cenado todos juntos, compartiendo experiencias y riéndonos todos un poco.