Suena el despertador, me despierto, qué sueño…. todavía hay un poco de jet lag. Ducha y a desayunar. Llego al comedor para empezar a desayunar pero…..¡Sorpresa, falta alguien! Oficialmente es la primera vez que uno del grupo se queda dormido. (No diremos quién ha sido, aunque daremos una pista: tiene el pelo largo ).
Hoy volvemos a tener clase y los nervios, aunque todavía presentes, son menores que ayer. Anoche preparamos una presentación sobre Madrid, para que conozcan un poco más acerca de nuestra gran ciudad. No teníamos muchas esperanzas pero parece que les ha gustado bastante (igual mienten muy bien, quién sabe…). La verdad, da gusto ir a clase, porque los chicos son súper agradecidos, cualquier cosa que les dices la reciben con una sonrisa y una cara llena de ilusión.
Hoy esperamos a comer con los profesores del cole y creo que es buen momento para hablar un poco sobre ellos. A pesar de llevar pocos días, hemos podido comprobar que todos ellos son personas llenas de pasión y que se entregan en cuerpo y alma a ayudar a los niños. Ni comiendo paran de resolver dudas a todo el que se acerca a preguntarles. Eso es vocación y lo demás tonterías.
Por la tarde seguimos con el taller del marca páginas, esta vez con los mayores del cole.
Antes de terminar el día hemos aprovechado las últimas horas de luz natural -anochece a las 7 de la tarde- para ir a dar una vuelta con Sister Reggina y merendar en el centro comercial. Hay que reconocer, aunque está mal, que es uno de nuestros sitios favoritos por el simple hecho de que hay aire acondicionado.
Ahora toca cenar y recargar las pilas para mañana.
Saludos desde Filipinas!!