Jueves 18 de julio, el día empezó con la lectura de un texto adaptado del evangelio del día de hoy, Mt 11, 28-30. «Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré», sin saber que el día iba a ser un poco duro para algunos. La cercanía del fin de semana y saber que mañana no tenemos clase, hizo que los alumnos estuvieran algo inquietos y revoltosos, por lo que necesitamos dosis extra de paciencia y más mano izquierda de la habitual. Al final de la mañana todos nos vamos contentos y aliviados, unos con la ilusión del fin de semana y otros con la de conocer un nuevo país y ver a nuestros compañeros del proyecto de Delaire.
El viaje a Santo Domingo no lo hacemos todos juntos, Ana y Almudena se van en coche con Madre Dayana y Madre Cristina y el resto se va en guagua, pero no tan apretados como el viaje de vuelta de Sabana. Además el día estaba despejado y pudimos disfrutar de unas maravillosas vistas del mar Caribe. Los que van en guagua llegan antes, y una vez en la capital les toca apretarse un poco para meterse en un taxi ¡Seis más el conductor!
Mientras esperamos a los que vienen en coche, visitamos el colegio la Hora de Dios, donde acuden cada día 1350 alumnos, desde los 6 meses hasta segundo de bachillerato. Nos sorprenden los murales y los valores y las frases de Santa Carmen, que están por todas partes.
Para terminar el día preparamos la cena entre todos, aprendiendo a hacer los típicos tostones, plátano verde frito, el equivalente a nuestras patatas fritas, y nos quedaron especiales.
Cenamos en comunidad y organizamos el viaje de mañana.