Hoy domingo, día del Señor, no podemos hacer otra cosa que abandonarnos en Él, lo dejamos todo en sus manos, pues, Él es camino, verdad y vida. Es por ello, por lo que comenzamos el día con la Eucaristía y los voluntarios nos hemos estrenado en el coro con los niños, asiduos en nuestro patio y parroquia desde la mañanita -como dicen por aquí-. A pesar de haber preparado las canciones con mucho cariño, hemos sufrido contratiempos del directo, salvados por las aterciopeladas voces de nuestros niños y el alegre ritmo de sus panderetas y tambores.
Hoy el evangelio habla sobre cómo Dios nos elige a todos a ser misioneros y llevar su palabra a los rincones más oscuros. Muchas veces nos encontramos con miedos y preocupaciones, hay veces que cuesta más hacer las cosas, nos entra la pereza, la comodidad… Pero es ahí cuando la fe cobra sentido, ¿A quién tememos? Dios nos ayuda siempre. «¡No tengáis miedo!», fue el mensaje del Papa Francisco en la pasada JMJ, y es que es así, Y por eso estamos aquí, hemos sentido todos la llamada de Dios que siempre nos habla, lo que pasa es que no siempre escuchamos a nuestro corazón, es como si lo tuviésemos en modo avión. Nuestra labor no es simplemente impartir lecciones para que los alumnos aprueben su examen de recuperación, va más allá, estamos llamados a llevar el mensaje de Jesús, a iluminar los rincones oscuros, a visitar a los necesitados, a ayudar a las Hermanas, en definitiva, a saber amar y a saber ser amado, porque como decía San Juan Pablo II, «¡El amor vence siempre! Aunque en situaciones concretas pueda parecernos impotente, Dios siempre puede más!»
Para comer nos esperaban manjares típicos de Camerún, de la mano de nuestras Hermanas Wivine y Rachel. Nos han preparado “fufú” con carne de “cebú” y una salsa picante que no ha dejado indiferente a nadie.
Por la tarde, hemos podido salir a pasear por las calles de la ciudad, preparar las clases de la semana y dedicarle un rato al Señor con exposición del Santísimo. Además hemos preparado una muy buena cena española y podido ver, con muchos parones, como nuestro país levanta una nueva Eurocopa, ¡Campeones!