Finalizamos la primera semana de clases, los 5 primeros días en los que, además de enseñar, hemos aprendido de cada uno de nuestros alumnos.
Poco a poco, nos vamos acomodando y cogiendo cariño a este lugar. Los niños, siempre muy agradecidos con los pequeños detalles: un balón con el que jugar, un abrazo, una enseñanza… Cada día los niños disfrutan más la mañana, al igual que nosotros, los profesores.
Por la tarde iniciábamos el deporte en el Instituto Carmen Sallés con los niños de ESBA. Ha sido un rato muy agradable, en el que, una vez más , nos han mostrado que aquí se hace el deporte a otro nivel de intensidad. Ha servido para conocernos fuera de las clases y disfrutar juntos.
Terminábamos el día con la vísperas junto a la Hermana Wivine y la Hermana Rachel, como de costumbre, un momento tranquilo para descansar física y espiritualmente. Siempre echando de menos y teniendo en cuenta a la hermana María Jesús en nuestras oraciones.
Ahora nos toca recargar las pilas durante el finde para ir con mucha energía a la segunda semana de escuela de verano. ¡Un saludo desde Evinayong!