Descripción

El Colegio “Carmen Sallés” empieza a funcionar en Septiembre del curso escolar 1995 – 1996, con una clase de preescolar de 4 años, utilizando para ello un aula de las construidas en el año 1.987. En  el año 1.997, se empieza a construir el pabellón del colegio que será destinado para la enseñanza primaria. Cada curso va aumentando una clase más, así hasta completar el Preescolar 4 y 5 años,  y los cinco cursos  de Primaria.

En el curso escolar 2.004 – 2.005 se amplía el ciclo de Educación Infantil con un aula más, la de 3 años, siendo por tanto tres los cursos de Educación Infantil: 3, 4 y 5 años.

Actualmente el Colegio “Carmen Sallés” tiene en funcionamiento los tres cursos de Educación Infantil y 6 de Educación Primaria, con un total de 362  alumnos. 

Desde sus comienzos esta escuela es un centro de Promoción Cultural y de Pastoral tanto para el personal de la escuela como para otros colectivos del barrio y de zonas limítrofes.  Las actividades que se realizan son: formación de maestros, de padres y catequistas, grupos de reflexión cristiana, cursos de alfabetización de la mujer, actividades lúdicas y deportivas para niños y jóvenes.

Cabe destacar el servicio de Biblioteca. Muchos niños y jóvenes no pueden estudiar en sus casas, por la falta de medios y sobre todo por falta de luz. La comunidad ofrece todos los días, de 18:00h a 20:00h, una biblioteca, que tiene placas solares. Son numerosos los niños y jóvenes que acuden, tanto del colegio Carmen Sallés como de otros centros del pueblo. Además de contar con un espacio físico favorable al estudio, tienen también la posibilidad de consultar libros para el estudio.

También en la escuela se da alimentación escolar para 110  niños de la escuela infantil Carmen Sallés de Evinayong, proyecto que está subvencionado por Caritas de Albalate (Guadalajara). En su mayoría estos niños tienen una salud precaria, debido a que la alimentación es bastante escasa y a menudo padecen malaria, anemia, parásitos intestinales u otras infecciones… Ante esta realidad de salud, la escuela hace frente y les da cada mañana un vaso de leche con galletas, (a los niños de 3 años) y arroz con judías en la hora del recreo a todos los niños del ciclo infantil. 

Cada niño trae al colegio diariamente un leño para encender fuego, y una mamá se encarga de preparar la comida mientras los niños están en clase. Vemos muy importante esta aportación, pues la familia toma conciencia de que todos tenemos que colaborar. 

A lo largo de los años que las religiosas Concepcionistas llevan trabajando en Evinayong han podido comprobar que el colectivo de mujeres jóvenes es uno de los más necesitados de formación, bien porque no han tenido acceso a la educación, o la han abandonado de forma temprana obligadas por las situaciones familiares. Por esta razón y de forma independiente a los cursos de alfabetización realizados, se ha planificado una formación específica para este colectivo que le permita adquirir los conocimientos básicos y obtener una capacitación que les permita acceder al mundo laboral. A este fin se  ha construido recientemente un aula, próxima a la escuela “Carmen Sallés”,  donde se impartirán estos conocimientos y a la que se quiere dotar del mobiliario específico y de un grupo electrógeno.

Actualmente se está utilizando el mobiliario retirado de otras aulas que resulta inapropiado. El grupo electrógeno suministrará la alimentación eléctrica a las máquinas de costura y la iluminación en las horas que falte la luz solar.

Objetivos

Objetivo general:

Mejorar las condiciones de vida de las mujeres de Evinayong.

Objetivo específico:

Dotar la nueva aula con el mobiliario adecuado y suministro eléctrico para impartir la formación y capacitación laboral.

Beneficiarios

Beneficiarios directos:

Los beneficiarios directos serán las 50 jóvenes o madres de familia que tendrán acceso al plan de formación impartida en esta aula. La selección de estas mujeres se realizará utilizando criterios objetivos procurando sean atendidas las más necesitadas.

Beneficiarios indirectos:

Los beneficiarios indirectos serán las familias de estas jóvenes y el resto de familias del barrio, estimando inicialmente un colectivo de 1.000 personas.