El día empezaba intensito: a las 6:30 hemos cogido las tan típicas motos camerunesas para ir a misa a la parroquia Nkom-assi y el camino estaba lleno de baches y cuestas. ¡Parecía una montaña rusa!
Ya en casa tocaba un poquito de limpieza, y para reponer fuerzas la comunidad hizo una paella buenísima. En la comida, tocó sesión vocacional, todas las religiosas y los voluntarios contamos nuestra relación con Las Concepcionistas. (Con ayuda de intérpretes, eso sí)
Por la tarde, hemos acudido a las casas de Marie y Oló para darles la comunión ya que no pueden acudir a misa porque su salud se lo impide. Sœur Rosy los visita todos los domingos y ellos la esperan ansiosos.
De vuelta en casa, hemos celebrado la entrada en el noviciado de Evelyn, que alegría. Y para despedir el día hemos disfrutado de una cena maravillosa acompañada de mucha, mucha música y se ha despedido a Rosi, quien se va unos días a Guinea para ver a su familia. ¡La echaremos mucho de menos! También, le hemos cantado el cumpleaños feliz a la mamá de Arturo, que está de cumpleaños: ¡Felicidades!