Amanecemos hoy en Caracas. Tras varios días de viaje y visitas, la ruta no acaba aquí.
Hoy hemos tenido el honor de ir a misa al Santuario de la Virgen de Coromoto, una iglesia que nos ha impactado por sus vidrieras llenas de colores, estructuras y cura, el cual nos ha agradado mucho.
Ahí hemos tenido el primer contacto con las religiosas de La Morán: Ángeles Miguélez y Amparo. A pesar de que no hemos podido ir a visitar La Morán, algunos de los misioneros han podido verla desde la distancia.
Tras volver de misa, hoy no teníamos la esperanza de poder salir mucho por la capital, pero, al final, Yajaira se ha atrevido y así hemos podido continuar con nuestra gira por los colegios, añadiendo hoy a la lista el colegio “La Concepción“, de Terrazas. Ahí nos ha acogido Margarita, y ella nos ha enseñado todo el colegio. Pero no solo nos ha enseñado el colegio, sino que nos ha acompañado toda la mañana, siguiendo con un nuevo tour, no de colegios, sino que que de distintos mercados, empezando por El Hatillo.
Ahí hemos empezado con nuestra búsqueda de souvenirs, y aprovechando el viaje, hemos dado un paseo, descubriendo distintas plazas y algunas tiendas artesanales, llenas de detalles muy realistas y precisos. En camino a nuestra segunda parada, hemos hecho una visita express ya que hemos podido ver desde las afueras la casa de retiro situada en El Hatillo. Y continuando a nuestro destino final de la mañana, hemos terminado en el Paseo las Mercedes, donde hemos podido comprar algunos recuerdos y regalitos. Al terminar este tour hemos vuelto a la casa y tras recibir a la M. Provincial, M. Margarita, que regresaba de España, nos hemos ido rumbo a una de las visitas muy esperadas: Betania .
Betania es la casa donde están residiendo las religiosas mayores y hoy hemos tenido el honor de poder visitarlas.
Además hemos podido presenciar algunos reencuentros más esperados: la comunidad de Morichalito se ha reencontrado, ya que M. María Jesús tuvo que venirse a Caracas hace unos meses. Yajaira, Socorro y María Jesús se han vuelto a reunir y verlas ha sido todo un placer. En ellas resplandecía una sonrisa y alegría y podemos decir que de solo mirarlas disfrutar, nosotros también lo hacíamos.
Y seguido también hemos podido conocer la casa de las novicias, la cual ya no esta habitada porque ahora las novicias se forman en México.
Tras estar un rato toda la comunidad junta, cantando y poniendo en común varias experiencias e historias vividas por cada una en los distintos sitios de Venezuela, volvemos a casa, rezamos por ultima vez las vísperas ( en Venezuela) y a cenar. Hoy teníamos el placer de disfrutar de una gran pizza casera, porque si no fue poco por la pizza que cenamos en Cuidad Bolivar, hoy también hemos tenido ese gusto.
Finalizamos el día todos juntos, jugando al UNO y con un pequeño nudo en el estomago, ya que mañana nos despediremos de estas preciosas tierras que nos han marcado, pero nos iremos muy orgullosos y contentos de ellas.
