Hoy comenzamos el día con sentimientos encontrados: M. Maria Jesús se fue a Bata para volar mañana a España tras dos años aquí.
Por una parte estamos muy felices por ella, porque va a poder reunirse con su familia, pero por otra parte nos da pena perder a una persona tan importante en nuestro grupo. Nos acogió desde el primer día con un fuerte abrazo y una sonrisa y nos ha cuidado y ayudado personal y espiritualmente.
No podemos estar más agradecidos y siempre estará en nuestro corazón y en nuestras oraciones.
Por la tarde preparamos bolsas con alimentos básicos (arroz, salsa de tomate, sardinas, yogures…) productos de higiene y medicamentos para llevárselas a las familias más necesitadas de Evinayong. La primera visita fue a una señora mayor que vive sola, o eso pensamos, porque pronto nos corrigió: «No vivo sola; Dios está siempre conmigo». Esa frase nos hizo reflexionar a todos. Decimos que somos un grupo de 7 personas compartiendo esta experiencia, pero no es cierto: Dios ha venido aquí con nosotros.
Hemos acabado el día con vísperas muy alegres: risas y cantos, junto a M. Wivine y M. Rachel. Mañana, más y mejor.