Otro día más en camerun. Hoy varios del grupo se han atrevido a bajar a las 5 de la mañana para preparar buñuelos para los niños. Tras varios meneos de masa, el día ha continuado con una misa llena de cantos acompañados del sonido del tambor, maracas y varias melodías en casa, y un gran desayuno. Tras esto, como todos los días, hemos llevado a cabo las primeras clases, talleres y preparaciones para el gran día del 1 de agosto. Tras un intenso día con los niños, la comida nos ha alegrado el día, sobre todo a Aida y Sara… ¡¡pollo!!
Una siesta corta y de vuelta al mercado de las telas, al Labrique. Como nos encantó, no nos hemos querido quedar con las ganas y por ello nos hemos ido en busca de más prendas.
Más y más colores, telas, y más compras. Todos hemos salido con una bolsa y con una sonrisa en la cara. Tras el primer recado hecho, a por el segundo… en busca de la camiseta de Camerún. Para ello, nos hemos dirigido a otro mercado. Allí hemos podido tachar otro objetivo más de la lista, y por ello varias camisetas de Camerún volarán a España. La vuelta a casa ha sido como todas, un poco movidita, bache por allí, moto por allá, adelantamientos y gritos también. Tras una experiencia más aquí, que ha sido inolvidable, toca un ratito de tiempo libre, charla conjunta con el mejor acompañamiento, ¡cacahuetes!, hora de vísperas y tras ellas la cena.
Y como siempre, otra noche más todos juntos, primero con una charla y para finalizar el día, hemos cambiado por esta noche el parchís por el ping pong. Torneo nuevo y muchas ganas de reír y pasárselo bien. ¿Quién será el ganador/a?