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¡AKIBA Guinea!

11 de octubre de 2020

¿Qué es eso de AKIBA? ¡No lo había escuchado nunca! No te preocupes, nosotros te lo explicamos en detalle.

AKIBA (palabra fang que significa «gracias») es un proyecto de voluntariado y colaboración entre profesores de Guinea Ecuatorial y España. Surge a raíz de la nueva realidad en la que nos sitúa la pandemia del Covid-19. ¡Quienes formamos parte de este proyecto, buscamos convertir la dificultad en oportunidad! Seguir SIEMPRE ADELANTE es nuestra misión.

A continuación, algunas de las personas que forman parte de este proyecto te lo explican con mucho más detalle. ¡AKIBA!

Muro del colegio de Evinayong

“AQUÍ CABEMOS TODOS”, podría resultar una frase hecha, si el proyecto “AKIBA” no intentara llenarla de nombres, rostros, contenidos, intercambio de ideas…

Este dibujo está en una de las paredes que rodean el patio de juego del Colegio “Carmen Sallés” de Evinayong, y sencillamente se nos ha metido dentro, la hemos traído hasta aquí y poco a poco, nos vamos metiendo bajo el gran paraguas.

Y a esa tarea se han puesto ilusionados profesores, voluntarios… en realidad “Buena Gente”: La comunidad educativa del Colegio de Madrid Princesa, y algunos profesores voluntarios de otros centros de la congregación en España, apoyan y comparten materiales y experiencia con los profesores del colegio de Evinayong que se encuentra en Guinea Ecuatorial. Se persigue acortar la brecha tecnológica y formativa, y realizar un intercambio virtual acercando la educación y cultura de ambos países en un momento histórico marcado por la pandemia que nos asola y por la falta de posibilidad de hacer movilidades geográficas para lograr estos objetivos.

Lo que pretende no es sólo formar a otros, sino intercambiar: emociones, sentimientos, ideas para enriquecernos unos a otros y sí, también, hacernos más sabios, con esa sabiduría que se consigue con el intercambio cultural.

En definitiva, gracias a este proyecto se lograrán personas mejor formadas y ganar en la calidad educativa del país, a través de su alumnado y de la atención a las familias.

También los profesores y alumnos de la comunidad educativa de España van a tener la oportunidad de conocer otra manera de entender el mundo, de vivir la educación, las relaciones familiares, etc. Les permitirá conocer la realidad cultural de Guinea, hacerse más conscientes del enorme poder que tiene la educación, verdadera herramienta de transformación de las sociedades.

Akiba significa “Gracias” en fang (lengua local guineana). El nombre se ha elegido por la cantidad de motivos por los que tenemos que dar gracias los unos y los otros. Ambas comunidades abren sus paraguas para entender mejor realidades aparentemente tan distantes, en búsqueda de los valores que los unen, y de las posibilidades de ayuda mutua.

M. Nieves Rosario García. Voluntaria del Proyecto AKIBAy profesora del colegio “MM. Concepcionistas” de Madrid-Princesa

​Cuando hago puzles, a veces las piezas se encajan con una rapidez tremenda, pero en ocasiones necesito darle vueltas y vueltas hasta ver por donde acoplarlas… Esto depende de diferentes factores, tamaño, parecido de los colores, si tengo modelo o no… Supongo que no seré la única a la que le pasa esto… Con los puzles de madera y también con el puzle de la vida…

Hace casi dos décadas que soy misionera en África, concretamente estos últimos años en Evinayong (Guinea Ecuatorial). Allí tenemos una misión preciosa, con un colegio desde infantil hasta 4º de Secundaria. nuestro colegio es, sin duda, un instrumento de cambio y crecimiento en nuestro entorno. Alrededor de 20 maestros realizamos nuestra labor, buscando el bien de los alumnos que se nos confían, unos 500 cada año, así como el de sus familias. En este contexto encontramos una de las piezas del puzle bajo forma de pregunta, ¿Cómo hacer mejor? ¿Cómo ayudar más? ¿Cómo servir mejor? Y muchas piezas van apareciendo: nuevas formas de enseñar, compra de material que facilite el trabajo, Formación de profesores,… Sí, está pieza nunca falta. Somos conscientes que mientras mejor estemos formados, nuestro servicio será mejor. Por esto, como responsable del Centro, intento potenciar en todo lo que me es posible la formación del claustro: cursillos, reuniones pedagógicas, lecturas… ¡nunca suelto esta pieza!

El próximo año tendremos reuniones importantes en la Congregación, orientadas por el deseo de “humanizar el mundo, cuidar nuestro mundo herido desde y con María inmaculada”. ¡Otra estupenda pieza que no podemos dejar de lado! Todos sabemos que el cuidado que ofrecemos y recibimos se hace con gestos sencillos pero significativos, que pueden cambiar la vida… Busco gestos de ternura, de cuidado, de compromiso… piezas que van completando y enriqueciendo el puzle…

En estos tiempos de pandemia estamos experimentando de forma más radical nuestra vulnerabilidad, nuestra inseguridad,… de alguna manera, todos estamos heridos: heridas superficiales o profundas… nadie nos libramos. Todos estamos heridos y todos necesitamos cuidarnos y ser cuidados… ¡Esta pieza no tiene desperdicio!

¿Cómo hacer mejor?… Formación de profesores,… cuidar el mundo herido,… gestos concretos, todos estamos heridos… Las piezas se van acumulando y de repente el Espíritu que siempre actúa, las pone en orden y las encaja perfectamente… ¡Y nace el proyecto AKIBA!

El Proyecto AKIBA (Gracias) quiere ser un gesto concreto para sanar nuestro mundo herido, potenciando la formación de profesores y el intercambio entre dos realidades culturales, España y Guinea Ecuatorial. deseamos que la distancia que nos impone el océano Atlántico se vea recortada por gestos concretos que sanen las heridas de los dos lados… ¡cada uno sabemos bien las nuestras! no sabemos dónde nos puede llevar todo esto, por el momento es simplemente un primer paso… ¡pero que promete ya una hermosa aventura!

M. Mª Luna Escribano Cabrera. Directora de la escuela “Carmen Sallés” de Evinayong (Guinea Ecuatorial)

AKIBA Madre Luna Ana Rosa

Cuando me comentaron el proyecto AKIBA de Guinea surgió una gran oportunidad en medio de lo que parecía no tener salida.

Desde la adolescencia, siempre he deseado tener una experiencia de voluntariado fuera de España. En casa de mis padres solían visitarnos o teníamos encuentros con misioneros de diferentes partes del mundo y les escuchaba atónita todo lo que habían vivido, algunos de forma heroica, atravesando guerras y demás dificultades.

Desde la creación de la ONG Siempre Adelante, también escuchaba a otras personas contando sus experiencias tanto en el verano como durante más tiempo, y de manera habitual colaboro en distintos eventos que organiza la ONG. Todo esto hizo que tuviera el deseo de irme de voluntaria y poco a poco planeaba en mi mente qué país solicitar, cuándo podría compatibilizarlo con mis otras obligaciones, etc.

Aunque África no estaba en mis planes, cuando sor Ana Rosa, después del estallido de la crisis del Covid 2020 y ver cómo se desvanecían los proyectos en el exterior, nos comentó la idea de un proyecto de voluntariado con Guinea Ecuatorial y Madre Luna (la Superiora del colegio concepcionista de Evinayong), se me iluminó el camino totalmente y vi ante mis ojos la oportunidad que siempre había deseado y que todavía no había
podido realizar.

Por fin, después del trimestre con los ordenadores trabajando horas infinitas, veía cómo ese esfuerzo de cambio y adaptación podía tener unos frutos mucho más elevados de lo que hubiéramos imaginado: ¡podía servir para algo realmente grande! ¡Sería misionera desde mi casa, desde mi móvil y ordenador!

Es sorprendente cómo dios “escribe en renglones torcidos” y cómo cualquier situación nos puede dar una gran sorpresa y convertir nuestros temores, nuestras dificultades en la mejor de las oportunidades.

Profesoras como Pilar, Sandra, Beatriz, que se habían desplazado a Guinea con anterioridad, nos han transmitido cómo es esa realidad, qué servicio podríamos ofrecer, posibilidades de intercambiar conocimientos, cultura, valores de manera que esta acción supusiera una ayuda para Guinea, sus profesores y comunidad educativa, pero también un aprendizaje y reflexión para nosotros y nuestra comunidad.

Colaborar en este proyecto supone para mí que puedo ser “misionera internacional”, tener una experiencia real desde mi casa, desde mi ciudad, pero compartiéndola con un equipo que está disperso dentro de mi país y fuera, y de la que estoy convencida aportará a mi vida mucho más de lo que yo seré capaz de aportar al proyecto. ¡AKIBA GUINEA!

Mª Amaya Gómez Rojo. Coordinadora del Proyecto AKIBA y profesora del colegio “MM. Concepcionistas” de Madrid-Princesa

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