Amanece el segundo domingo, como de costumbre ya, entre gallos y campanadas. Desayuno a las 8 y nos ponemos en marcha.
Comenzamos el día con la misa de niños y, al salir, nos quedamos un tiempecito con ellos mientras nos cuentan cómo fue su fin de semana.
Luego, unos aprovecharon para ir al sastre, comprar telas y confeccionar algunas de nuestras prendas africanas. Mientras, otros continuaron con los dibujos del patio: triple rayuela, mini campo de fútbol de chapas y diferentes dibujos. Fue duro, ya que, después de mucho tiempo, salió el sol y la lluvia nos dio un respiro.
Llegó la hora de la comida , por motivo del santo de Dani y Julia, nuestras grandes cocineras, Martina y Patricia, nos prepararon una paella riquísima ¡Qué buena estaba! Ni un granito de arroz dejamos.
Un tiempecito para reposar la comida y a continuar con nuestras tareas de pintura en el patio. Mientras estábamos en nuestro trabajo tuvimos una visita sorpresa, los obispos de Evinayong y de Mongomo junto con nuestros amigos, los Padres Jacinto y Simeón y un jesuita de Granada. ¡Por fin conocimos a algún obispo de Guinea!
Terminamos las tareas de la tarde y tuvimos una segunda visita sorpresa: José Miguel, artesano guineano, al que compramos algunos recuerdos.
Finalizamos el día, nos preparamos para la adoración, que se hace todos los domingos, por las vocaciones con los jóvenes del pueblo.
Después de la cena terminamos con una preparación de la semana siguiente y a descansar para coger fuerzas.
